martes, 2 de diciembre de 2014

día 1784 de esclavitud, 231 de castidad

como hemos visto en otras partes del blog, la humillación forma parte de la vida del esclavo, al menos de cualquier esclavo que esté en proceso de entrenamiento, porque la humillación es la forma más efectiva de controlar al ego. la vergüenza es expresión de un ego que aspira a la superior, cuando realmente sabes que eres un ser inferior. por eso un perro esclavo no se avergüenza cuando se arrodilla, o cuando está inmovilizado, o cuando el Dueño lo usa para su disfrute, o cuando lo ponen en evidencia. si el perro siente vergüenza es porque el ego está activo, y considera que todas esas cosas "no son dignas de él". lo contrario de la humildad, la actitud que deriva de la humillación, es el orgullo, el creerse superior, y el orgullo es el peor ingrediente para un esclavo.
por orgullo la gente hace tonterías, se pone en ridículo y en evidencia y malogran proyectos y relaciones. el orgullo siempre hace que quieras quedar por encima, que su opinión prevalezca, que el otro quede por debajo. con el orgullo siempre tiene que ganar uno, lo que significa que otro tiene que perder.
perder el orgullo significa no jugar a este juego. eso no implica dejar de estar orgulloso, por ejemplo de pertenecer a tu Amo o de servirle. son cosas distintas.
muchos esclavos naturales encuentran esa humillación tan excitante que se convierte en parte de sus fetiches principales. para el perro sólo es una forma de avanzar en su entrenamiento, hasta llegar a ser lo que el Dueño quiere que sea.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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