-Hoy todo el mundo en el bar te usará.... todo aquel que pueda pagar el precio- dijo el Amo con una sonrisa a la entrada del local- Solo que no verás ni oirás nada.
inmediatamente le puso la capucha de cuero acolchado que lo sumió en la más profunda oscuridad y en el más radical silencio. apretó las correas y cerró el candado. luego tiró de la correa para que se moviera y entrara en el club.
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