sábado, 15 de noviembre de 2014

día 1767 de esclavitud, 214 de castidad

el perro ha despertado en un día nublado, casi el primer día de invierno. también llovía. era un día ideal para pasarlo en la mazmorra, encadenado y trabajando, escribiendo y leyendo.
a media mañana el perro se rapó y se afeitó los genitales, ese acto humillante y excitante a la vez, que permite llevar la jaula y que no se pille con los pelos. raparse la cabeza también es un acto de humildad porque ya no puedes peinarte ni preocuparte de tu estética.
el perro estuvo todo el día muy perro, escribiendo algunas cosas y poniendo al día la casa. los días lluviosos le gustan al perro, pero también le ponen melancólico e introspectivo.
curiosamente también se ha sentido el perro muy sumiso, con muchas ganas de estar atado y amordazado. en los día de descanso, cuando el perro no tiene que tomar decisiones, su ser más sumiso sale a flote. hoy era uno de esos días.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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