a menudo en el bdsm se superponen los placeres, así como los dolores, porque en ocasiones ambas cosas se entremezclan y confunden. llevar una jaula de castidad es duro y difícil, pero esto se vuelve aún peor si el Amo añade una especie de buttplug que te estimule analmente. los movimientos con la jaula son complicados, con el estimulador, aún más. son con cosas como estas donde la frontera entre ambos, el dolor y el placer, se confunden. introducir algo por el ano no es una situación que esté muy admitida en nuestra cultura, de hecho se niega esa parte como productora de placer. aprovechando esta idea, los Amos usan eso para humillar al esclavo, todo esto sin menoscabo de que la estimulación de la próstata produce una situación extraña, en la que el esclavo no sabe si está gozando, si está sufriendo o si está sintiendo las dos cosas a la vez. eso lo confunde, lo desorienta y lo pone en situación de buscar un sentido, haciendo posible que el Amo se lo de. es un nuevo ejemplo de cómo lo físico puede llevar a lo mental y viceversa.
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