martes, 18 de noviembre de 2014

día 1770 de esclavitud, 217 de castidad

amenazan con un temporal para el final de semana. cualquiera podría decir que es una buena ocasión para llevar botas, pero las sendra no se llevan bien con el agua, o mejor dicho, con la mala calidad de los suelos. sobre ellos, cuando se mojan, resbalan, así que el perro tendrá que suplicar permiso para llevar otras botas. así es la vida de un esclavo, las cosas más prosaicas y cotidianas se vuelven motivo de sumisión y obediencia.
el perro nota una tendencia en el Dueño de pasar de un macromanaging a un micromanaging, lo que se traduce en un control a grandes rasgos a un control de las cosas más pequeñas. algunos Amos exigen que les pidan permiso para comer, ir al baño o qué ropa llevar. otros sólo quieren saber dónde está el esclavo y qué hace.
en el caso del Dueño el perro nota que cada vez controla cosas más pequeñas. de hecho en una ocasión dijo: "Quiero controlarlo todo, que no decidas nada". a veces este control no es tan agotador como podría parecer. por ejemplo el Dueño ha ordenado al perro que siempre lleve determinadas botas. pues el perro no tiene más que decir y hacer sino obedecer y el Dueño no tiene que repetir la orden. El perro sueña con un momento en que no decida nada, sino que sólo obedezca, que el Dueño decida por él. es un anhelo, un deseo, una esperanza y una súplica.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo

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