el trabajo aumenta, se vuelve más complicado y el perro tiene que mantener una actitud más dura y estricta. la presión aumenta. irónicamente ese aumento de presión no alimenta al ego, sino que lo reduce y hace que la sumisión aumente y el perro tenga ganas de entregarse completamente. el perro siente deseos y ganas de cortar con todo. hoy ha sido un día muy intenso y el perro ha tenido que tomar muchas decisiones y tomar posturas y eso le ha llevado a desear no tomar ninguna decisión más, algo complicado en la actual coyuntura. para muchos llegar a ese punto de anulación es excesivo, pudiendo ser considerado enfermizo. sin embargo para que algo se considerado enfermizo debe haber algo que no lo sea y que lo defina por oposición. ¿y quien establece lo que es normal, y por tanto, lo que no lo es? el que tiene el poder de hacerlo. Al final todo se reduce a eso, a un juego de poder, de quien lo tiene y de quien puede emplearlo.
en este aspecto, todo es una lucha constante. los que tienen el poder no quieren soltarlo y los que no lo tienen lo desean desesperadamente, y en esta interacción la gente se pierde. pierde el rumbo, se pierden ellos, y el ego toma el control de todo. para un esclavo natural la única opción no es ganar este juego, sino no participar en él y la única forma de hacerlo es no queriendo ningún poder.
el perro tiene que jugar al juego en su no-vida, pero por eso está tan ansioso por no participar en su vida real que, actualmente, es lo único importante.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
lunes, 17 de noviembre de 2014
día 1769 de esclavitud, 216 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario