sábado, 27 de septiembre de 2014

día 1718 de esclavitud, 165 de castidad

hay días en los que el perro desea que el Dueño le ponga una mordaza y la cierra con un candado y no lo abra en días. fisiológicamente es imposible porque el esclavo tiene que comer y beber pero esta idea concentra la necesidad del silencio y el aislamiento. esta es otra señal de que el perro es un esclavo natural. frente al común de los mortales que buscan y necesitan la compañía de otros, el perro necesita el silencio y la soledad, la oscuridad de una mazmorra, que por definición es una prisión subterránea.
los indicadores del perro son claros, cuando lleva mucho tiempo con una actividad intensa, siente esta necesidad urgente de aislamiento. es como volver a un equilibrio necesario, frente a mucha actividad, mucho silencio. pero ambos elementos no están a la par. esa actividad es de la no vida, la quietud y el silencio forman parte de la vida. a veces el perro piensa que es una especie de monje postmoderno que cambia el hábito por el cuero y las botas, pero que vive como vivían esos hombres en la edad media: aislados, en una celda, en silencio y viviendo la obediencia y en castidad. posiblemente muchos de aquellos hombres eran esclavos naturales que encontraron en esa vida una salida aceptable para sus impulsos. es inevitable ver las relaciones entre la disciplina que consistía en azotarse y mortificarse con prácticas modernas sadomasoquistas.
sea como fuera hoy el perro habría dado lo que fuera por pasar el día momificado, en privación sensorial e inmovilizado. sin embargo tuvo que acudir a una comida familiar a la que no quería ir pero se sentía obligado. por supuesto suplicó permiso al Dueño, que se lo concedió.
cuando el Dueño lo hizo no pudo evitar reflexionar sobre ello. el Dueño suele conceder permiso al perro casi siempre, porque el perro intenta ser juicioso y el Dueño no es un psicópata y tiene muy buen criterio, pero si en algún momento el Dueño no lo concede, el perro sabe que será porque es en concreto no sienta bien al perro o puede ser perjudicado por él. el perro no se ha sometido inconscientemente al primero que ha aparecido, ni al primero que ha venido con una actitud dominante. es cierto que hay distintas "calidades" de esclavos, pero también de Amos y, sinceramente hay Amos que no deberían tener esclavos al menos hasta haber pasado por un proceso de formación
para esto hay que tener algo dentro, tanto para someterse como para someter, pero a veces no es suficiente y eso interior debe ser pulido y trabajado.
el Dueño tiene esos dos aspectos, un fuerte carácter dominante y un trabajo detrás que le hace ser el mejor Amo que este perro haya conocido y por eso, se arrodilló ante El y Éste le puso un collar, símbolo y señal de que es de su propiedad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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