al perro le maravilla la imaginación y la inventiva de los practicantes del bdsm. el esclavo se encuentra inmovilizado por una simple barra que le impide caminar pero también cerrar las piernas, por lo que debe mostrar sus genitales, pero también su culo. las manos a la espalda indican que tampoco podrá taparse con ellas. el esclavo, además del bondage, sufre la humillación de ser expuesto. la humillación acalla el ego y así el esclavo se vuelve más obediente.
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