lunes, 18 de agosto de 2014

día 1677 de esclavitud, 125 de castidad

sin tentaciones no hay crecimiento. esta afirmación está en la base de la conversación que el perro mantuvo con el Dueño. la razón ha sido que el perro siente últimamente las tentaciones del ego, la idea de que es libre, de que puede elegir, de que puede manejarse por sí mismo...
es algo cíclico, recurrente, que ocurre cada tiempo. el esclavo que piense que ha vencido definitivamente al ego, se equivoca y se pone en situación de caer en su camino. el ego siempre estará ahí y aprovechará cualquier oportunidad para volver a aparecer y hacer fracasar la sumisión del esclavo.
lo interesante es ser capaz de identificar esos momentos de tentación y poder poner los medios para evitar caer y esos medios son justo los opuestos. frente a la idea de libertad, más sumisión; frente a la autonomía, más dependencia. en situaciones así lo que necesita un esclavo es un collar bien apretado, una mordaza más fuerte y una cadena más tirante. 
sin duda tras el Gran Salto todo será más fácil, pero hasta que ese momento llegue, el perro tendrá que afrontar esta situación con ayuda de su Dueño en la distancia.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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