poco a poco, o no tan poco a poco, una realidad se está imponiendo, o se ha impuesto ya: la castidad y el estado de negación sexual en el que vive este perro no es temporal, ni limitado, sino definitivo. el Dueño quiere que viva así y lo sorprendente es que, ahora, el perro también quiere vivir así. el sexo ya no será el centro de su vida, o si, pero no un sexo explícito, sino un sexo nunca realizado, siempre en espera, una fuerza contenida y solo liberada en determinados momentos a voluntad del Dueño.
el perro podrá llevar la jaula o no, preferiblemente si, pero eso no cambiará el hecho de qeu no podrá controlar ya su sexualidad y que ésta pertenece al Dueño.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Dueño
domingo, 24 de agosto de 2014
día 1683 de esclavitud, 130 de castidad
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