vivir en castidad no significa eliminar del todo el deseo, eso lo ha escrito el perro varias veces. hoy ha vuelto a comprobarlo porque el perro ha tenido ganas de masturbarse. es una tentación que estará siempre presente. si no fuera así, la obediencia y la castidad no tendrían valor.
aunque sigue trabajando, las clases del master han terminado y las tardes quedan, en principio, libres. aún tiene trabajos que presentar pero ya solo quedan las mañanas en el curro, hasta agosto al menos.
ya empieza el calor, la peor etapa del año para un fetichista del cuero y las botas. este año llegó más tarde, pero llegó al fin y al cabo.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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