ha pasado una cosa curiosa que merece una reflexión. esta mañana el perro no tenía la jaula porque se iba a duchar y necesitaba limpiar el pene. al no estar circuncidado, necesita especial atención en cuanto a la higiene porque tiene puesta la jaula todo el día y al tener que ir al baño pues hay que vigilar eso. y no se le ocurre otra cosa al perro que empezar a tocarse viendo unas fotos de tumblr. el Dueño no le ha prohibido explícitamente que lo haga, pero si que le ha advertido que si lo hace es bajo responsabilidad del perro, que en ningún momento debe haber eyaculación de ningún tipo. la curiosidad viene porque la erección ha aparecido, pero ha costado bastante. era como si la polla se olvidara de cómo hacerlo, o de que puede hacerlo. en cuanto empezó a ponerse erecta, cosa que tardó lo suyo, el perro paró, reflexionando sobre el tema. no duda que ha sido el entrenamiento de castidad el que ha provocado este efecto. sobra decir que al perro le encantó porque eso hace más difícil aún desobedecer las órdenes del Dueño y porque sabe que esto le agradará. de eso se trata, no de que no lo haga, sino de que no pueda hacerlo. y supone que lo siguiente es que no quiera hacerlo ¿o eso es previo? porque sin duda el no querer hacerlo está presente.
como leyó el perro una vez en un blog, mantener la castidad debe ser algo que uno desee, porque si no siempre hay una forma de romperla. ningún dispositivo es cien por cien seguro. la cuestión es por qué querría alguien vivir así: por obediencia, por sumisión, por excitación... si fuera por la última motivación, sin duda sólo sería comprensible si el "enjaulamiento" tuviera una fecha límite. si fuera por las dos primeras eso de la fecha no tendría sentido. la voluntad del Amo sería lo único que importase aquí. en cualquier caso la experiencia del perro de hoy le ha servido para dos cosas. la primera es que el entrenamiento parece que funciona, y que el perro se encamina a una situación donde el sexo no será algo fácil, sino complicado. la segunda es que mejor deja el perro de tocarse la polla por si acaso. no es una prohibición explícita del Dueño, pero el perro entiende que es mejor prevenir y que debe tocarse lo menos posible. así el entrenamiento seguirá siendo efectivo, sin ningún estímulo, salvo el que el Dueño establezca.
esta es la vida que el perro siempre quiso, y es la que está viviendo ahora.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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