el pasado fin de semana fueron las elecciones al parlamento europeo y en relación a eso al perro le gustaría hacer una reflexión desde la mazmorra.
desde mediados del siglo XVIII las elecciones no son sino un proceso por el que se le da el poder a alguien para que lo ejerza durante un período de tiempo, y todos sabemos lo erótico y excitante que puede resultar el placer. por eso no es de extrañar que, quien lo tiene, no lo quiera perder, y quien no lo tiene, lo quiera conseguir.
en españa además, el ejercicio del poder viene acompañado de una serie de circunstancias, a saber: nadie sale del cargo más pobre que cuando llegó; nadie consigue un descenso en su escala social; nadie vuelve al puesto de trabajo que tenía antes de conseguir el poder, si tuvo alguno; y nadie tiene menos contactos de gente rica que los que tenía al entrar al servicio de la ciudadanía. todas estas circunstancias son necesarias ser tenidas en cuenta al presentarte a un cargo público, ante el peligro de que puedas mantener tu integridad y ser una persona honrada.
viendo el comportamiento y las acciones de algunos políticos, uno, aunque sea esclavo, no deja de preguntarse qué anda mal. siendo esclavo, si uno comete una falta, es castigado hasta que aprende la lección, y si vuelve a cometerla, el perro es nueva, y más duramente, castigado. incluso en su no-vida, si hace algo no acorde con lo que debe hacer, es amonestado y, si es grave, despedido.
los políticos con cargos públicos son diferentes, por supuesto. ellos, si cometen alguna falta, o incluso delitos, no hay forma de despedirlos. tienen inmunidad. incluso a un perro esclavo la parece tan extraño que exista inmunidad en un estado de derecho....
para los que no viven en españa el perro quisiera ahora darles una pequeña clase de lengua española porque, de manera excepcional, sólo para los que se ocupan de las cosas de la ciudad, de la polis, los políticos, quisiera que supieran que aquí no existe el verbo "dimitir", siendo fácilmente conjugable: "yo dimito, tú dimites, él dimite..."
todo esto es para decir que nadie venga a hablar de libertades, democracia, soberanía nacional o derechos. prefiero vivir mil veces bajo la autoridad y la bota de mi Dueño, que bajo la autoridad de esos seres indecentes. al menos, el Dueño se preocupa por el bienestar de su perro, no por sus bolsillos, como hacen otros.
por eso el bdsm es un cuestionamiento de su modus vivendi. no entienden que las relaciones de poder pueden ser de otro tipo. eso es algo que les cuesta comprender, porque su entendimiento está en sus bolsillos.
suplico perdón al Dueño por el tono irónico de esta carta, pero es que la situación política en este país es de chiste, de un mal chiste.
feliz semana
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