a veces el cuero no es suficiente, o solo es la manifestación exterior de algo interno. a algunos les gusta el cuero solo por su tacto, por su olor o su brillo. sin embargo en el caso del perro el cuero expresa algo más profundo. de hecho el perro ha descubierto que su mayor fetiche es la sumisión, la obediencia. eso es lo que le excita, lo que le hace perder la cabeza bajo lo que le gustaría vivir.
el perro sabe que sólo puede ser feliz en una relación asimétrica donde uno decida y el otro obedezca donde uno ordene y el otro cumpla las órdenes, donde uno pisa y el otro es pisado.
hay algo profundo y marcante en que alguien decida por ti es liberador. eso no significa que sea fácil, sólo que te libera de tus frustraciones y de tus miedos y dudas. igual que para los Amos parece una necesidad mandar y controlar, para los esclavos es una necesidad ser controlados y obedecer. esta necesidad no elimina las tensiones propias de toda relación, especialmente en esta que hay un intercambio de poder tan fuerte. sin embargo estas tensiones son fácilmente solucionadas: el Amo tiene la última palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario