muchas veces se ha dicho en el blog que lo que para unos es una condena, para otros es una bendición. viendo la cara del esclavo de la FdD de hoy, no muchos podrían decir que lo está pasando mal, o que está desesperado. más bien al contrario, parece estar anhelante y ansioso, expectante, posiblemente ante la llegada o la presencia de su Amo. ¿qué otra cosa podría ser si no? los barrotes lo mantienen en su sitio, donde pertenece y donde espera a ser usado por su Amo. no hay más salida, no hay más horizonte, no hay más realidad para un esclavo en sumisión. eso es lo único que le queda... y eso es todo para un perro esclavo.
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