cualquiera fuera del entorno bdsm podría, como mínimo, pensar que la esclavitud es un peso, una carga. viviéndola actualmente, el perro puede afirmar que no es fácil, desde luego, pero en absoluto que es una carga. justamente al contrario cuando más ligero y feliz se siente el perro es cuando más obedece y más organizada tiene su vida. el control, las órdenes, los rituales, una vez integrados, dan estructura y sentido a la existencia del perro. la incapacidad de decidir se manifiesta a veces en una enorme lista de obligaciones a las que un esclavo no sabe como meterle mano. la enormidad de las tareas le agobia e inmoviliza. sin embargo, si un Amo pone orden, organiza prioridades, da órdenes y establece horarios, la vida se vuelve más sencilla. cuando el esclavo se da cuenta de esto sólo puede arrodillarse ante su Dueño y agradecerle que dedique parte de su vida a organizar la vida de su esclavo. ¿es eso una carga? en todo caso para el Amo, pero en absoluto para el esclavo.
1 comentario:
El esclavo, el perro se siente feliz, es una satisfacción y orgullo poder estar arrodillado, humillándose y adorando a su amo y señor. Satisfacerle en todas sus ordenes y deseos, lamer, limpiar, besar sus botas, ser su reposapies y alfombra como en la foto. Asi me siento yo un puto perro esclavo feliz a los pies de su amo. Mi vida tiene sentido a sus pies.
Publicar un comentario