minirelatos

siempre es excitante cuando algún tio entra en la tienda a comprarse unas botas. que fueran una pareja con chupas de cuero resultaba aún más excitante. casi me quedé sin habla cuando uno de ellos se probó unas vaqueras de brillante cuero negro, puntiagudas, muy agresivas. cuando chasqueó los dedos y el otro, sin decir una palabra se arrodillo y comenzó a lamérselas, no pude evitar que mi polla se empalmara, mientras mis compañeras se volvían a mirar. pude ver una cadena alrededor del cuello del que estaba lamiendo las botas. el que estaba sentado alternaba mirando mi entrepierna y mi cara de asombro y deseo. por supuesto se llevaron las botas. junto con la tarjeta de crédito, el Amo me dio un papel con un número de teléfono. mientras ponía el número en la tarjeta su esclavo mantenía la vista fija en el suelo, pero al salir levantó ligeramente la cabeza y sonrió casi imperceptiblemente. guardé el número cuidadosamente, porque sabía que en cuando cerrara lo iba a utilizar.