lo que más le gusta al perro es que el bdsm desarrolla, potencia y aumenta la masculinidad. arrodillarte delante de tu Amo, honrarlo con tu sumisión, obedecerle.... ninguna de estas cosas reduce el hecho de ser fuerte, de ser valiente, de ser masculino. la ausencia de poder sólo es delante del Dueño, frente a los demás el esclavo tiene que ser una roca. muchas veces ha dicho el perro que este camino no es para pusilánimes, ni para cobardes. sólo los fuertes y valientes consiguen avanzar en él. el control del Dueño lleva al autocontrol y su orden de no ser pisado por nadie salvo por El y por aquel que El decida, hace que el perro aumente en seguridad y firmeza. el Dueño quiere a un esclavo, pero un esclavo masculino, que viva de esa masculinidad profundamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario