el esclavo de ayer aceptaba su naturaleza, lo que era. podría haber sido puesto en esa situación de forma violenta, obligatoria, pero ya había la había asumido y estaba dispuesto a vivir con ella.
el esclavo de hoy, sin embargo. no se encuentra en la misma situación. parece haber sido obligado igualmente, pero está luchando por liberarse, sin aceptar que es un ser inferior, un sumiso, un esclavo y un perro. el cuero y las botas, el chaleco, parecen darle un aire varonil, dominante, machote, pero está indefenso e impotente. así se siente un esclavo justo antes de dejar de luchar, de ser domado, de volverse un inferior, aceptarlo y vivir como tal
martes, 31 de diciembre de 2013
FdD forzado
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