hay algo que atrae constante y permanentemente al perro hacia el cuero. no importa cuanto tiempo pase, ni donde esté y casi ni quien lo lleve. el cuero atrae al perro como una llama a una polilla. no sabe si es su brillo, su olor, su tacto o que lo vincula inevitablemente con la autoridad y el poder, pero llevar cuero es la cosa más sexy que el perro puede concebir. realmente es un fetichista, pero el perro cree que no es sólo por el material, sino especialmente por lo que ha dicho anteriormente, porque está vinculado con la autoridad. un tio en cueros es, para el perro, un tío masculino, seguro, autoritario, dominante... no puede concebir nada mejor que eso.
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