FdD no es tan sencillo

como habrán podido comprobar los lectores por el blog, la castidad no es sencillamente ponerse la jaula y entregar las llaves. requiere unos cuidados, unas atenciones. hay que mantener la zona de los genitales afeitada para evitar tirones de pelos. hay que lavar la jaula, especialmente aquellas de plástico o metal que cubren todo el pene. no hay que olvidar que sigues orinando por ahí, y hay que mantener ciertas normas básicas de higiene.
en la FdD de hoy tal vez la cuestión de la higiene se resuelva de otra mejor porque los aros permiten el paso del agua con jabón, pero pone de manifiesto algo que a todos los que vivimos enjaulados en castidad nos pasa: lo inútil que se vuelve nuestro pene cuando lo encierran en una jaula de este estilo. parece algo inservible, que sobra, innecesario y en cierta medida lo es, porque no sirve sino para controlarte. esa es su función, su misión y, sólo por eso, el esclavo debería amarla con todo su ser.