un Amos siempre, siempre, tendrá que castigar a su esclavo, y un esclavo debe integrar el castigo como parte de su vida de sumisión. no castigar significa que no hay evolución, que no hay avance, que el esclavo lo hace todo bien, y eso es imposible. un esclavo siempre hará algo mal porque de lo contrario significaría que ha llegado a la perfección. hay una distancia entre el castigo gratuito y sin sentido y el castigo que le recuerda al perro que la frontera está más allá y que siempre puede dar más. el castigo, normalmente físico, le recuerda al perro que no debe bajar la guardia y que es el Amo quien lleva las riendas.
de igual forma, aceptar el castigo por parte del esclavo es admitir y aceptar que se equivocó y que aún sigue recorriendo el camino de la esclavitud. no hay nada excesivamente vergonzante en ser castigado, salvo cuando es algo reiterativo, reincidente o malintencionado. el esclavo debe aceptarlo con honor y responsabilidad, igual que debe confesar sus faltas el Amo, merezca un castigo o no. un esclavo es un esclavo, y muchas veces ni es humano pero siempre debe ser consecuente, y comportarse con honor.
martes, 29 de octubre de 2013
FdD castigos
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