43 días de castidad, 9 desde el último ordeño
por la mañana en el trabajo, por la tarde en la universidad. nuevamente a la no-vida cotidiana. sin embargo el Dueño ha estado cercano y ha centrado al perro, siempre lo hace. el Dueño mantiene al perro en un estado de sumisión, sin olvidar lo que es y a quien pertenece. lo puede hacer con la jaula o con una sencilla frase mandada al móvil. esté donde esté, haciendo lo que esté haciendo, ese sencillo gesto es como un interruptor que cambia algo en la mente del perro. esto parece que no va a parar, que cada vez el perro es más perro y el Dueño más Dueño. es como un proceso de retroalimentación permanente donde se van alcanzando cotas más altas de sumisión y de dominación. lo mejor es que esta dinámica es la que siempre ha querido el perro, la que siempre ha buscado, la que siempre ha deseado. no puede sino agradecer al Dueño el haber acogido al perro como de su propiedad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
lunes, 28 de octubre de 2013
día 1382 de esclavitud
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