no ha sido hasta hace unos años que han aparecido los dispositivos de castidad, las jaulas, como las llama el perro.. el perro tiene una de plástico, pero muy efectiva. antes de esas jaulas la castidad debía ser mantenida por obediencia y nunca había auténticas garantías de que se cumpliera. sin embargo hay un resurgir de este fetiche. potenciar la castidad es una forma de prolongar la excitación y el deseo. para el perro es una de las experiencias más impactantes que ha tenido: llevar la jaula hacía que todo pareciera irreversible, definitivo. y el perro se siente así, esclavo de manera irreversible.
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