solo hace una semana que el perro se ordeñó en la sesión de entrenamiento del cachorro. fue más un desahogo que un orgasmo auténtico, ya lo ha escrito el perro en el blog. saber que ya ni eso será posible causa ciertas sensaciones contradictorias en el perro. la prohibición aumenta el deseo, el deseo acrecienta la frustración y la humillación, y ambas hacen al perro más esclavo.
la castidad lleva a eso, a una mayor sumisión. el perro no escribía diariamente en el blog hasta que empezó este entrenamiento en la castidad. afectivamente la castidad tiene su efecto, y le blog lo que pretendía era documentar ese proceso. ahora ya el perro no puede evitar desear seguir documentándolo. no importa que el perro pase días tranquilos o sin anda particular que escribir, el perro sabe que ya no será libre.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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