sábado, 13 de julio de 2013

minirelato CLXXXII

por los pasillos del supermercado sólo algunos se dieron cuenta de que ambos llevaban botas relucientes. uno o dos les echaron miradas de envidia y deseo. pero nadie se dio cuenta de que uno caminaba tras el otro a poca distancia y siempre con la vista baja. tampoco nadie se percató de que, al salir, el que iba detrás no había pronunciado una sola palabra.... porque nadie podía imaginar que uno era esclavo del otro.

No hay comentarios: