en situaciones de tortura, de actividad intensa, se puede llegar a altos grados de apasionamiento. por parte del esclavo, el dolor, la postura atada, la mordaza... todo induce a un estado psicológico determinado. la cara es el espejo del alma, y también de la mente. la sumisión, el dolor, el silencio. todo eso produce un estado alterado de conciencia, un estado mental diferente. se puede ver en los ojos del esclavo, pero también en la mueca del Amo. el ejercicio del poder tiene eso, altera la mente. volver a la "normalidad" es difícil, duro, lleva tiempo.
el esclavo está atado, amordazado, sólo le queda aceptar la situación, el silencio y vivir con su dolor sin quejarse, hasta que el Amo decida que todo ha terminado.
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