ayer fue la simplicidad, lo mínimo que necesita un esclavo. hoy podemos ver todo lo que se puede poner un esclavo: guantes, capucha, chaqueta.... todo cuero. nada de esto impide que el esclavo realice su función: dar placer al Amo. una de las cosas que más llama la atención al perro es la imposibilidad de oler el cuero. en esta escena el olor tiene que haber sido muy intenso, cubriéndolo todo. al perro le hubiera gustado estar presente, aunque solo fuera para sentir ese olor embriagador.
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