no importa lo ocupado que esté el perro, como hoy, que tenía trabajo de la universidad pendiente y no ha salido de casa pero tampoco ha parado; siempre el Dueño está en la mente. además se ha producido un hecho sencillo, pero interesante para el perro. ha llegado el calor, y de qué manera, así que, como en otros veranos, el perro ha suplicado al Amo que le permita llevar pantalones cortos. eso significa no poder llevar botas. el Dueño dio el consentimiento. el perro le dijo que no era por placer, que en cuanto pudiera volvería a usar botas. el Dueño contestó diciendo que no era yo quien debía elegir cuando o como usarlas, que las llevara obligatoriamente hasta que el termómetro llegara a los 25 grados. si pasaba de esa temperatura, que usara otro calzado. nuevamente la sabiduría del Dueño dejó al perro asombrado. no tiene el perro ni siquiera derecho a eso. eso también escapa de su capacidad de acción. poco a poco menos cosas son "controladas" por el perro, y cada vez más son controladas por el Dueño. el objetivo lo estableció El mismo ayer: dejar de tener deseos, dejar de tener capacidad de acción, dejar de tener voluntad y existir exclusivamente para obedecerle y servirle. en esa tarea está comprometido el perro hasta sus entrañas.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario