ayer el perro llegó a casa y estaba cansado y nervioso. entonces suplicó permiso al Dueño para usar el buttplug. utilizarlo ayuda a sentir que el perro no es más que eso, un perro. el permiso fue concedido y el perro se lo introdujo. le costó bastante por falta de práctica, pero al final entró y el ego desapareció, apareciendo la humillación y la sumisión. estuve un buen rato con él puesto y se afeitó los genitales, que le hacía falta para poder llevar la jaula. fue humillación sobre humillación y el ego desapareció. notar como la maquinilla de afeitar pasa por los genitales del perro mientras el butt plug presiona la próstata fue una experiencia nueva. el hecho es que cuando el perro terminó de afeitarse y se sacó el butt-plug, las ganas de masturbarse habían pasado.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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