uno de los principales sentimientos de un esclavo es la gratitud. el esclavo debe agradecer al Amo todo, absolutamente todo, desde una caricia, hasta un castigo o un azote. nada de lo que vive el esclavo, una vez que es tomado como propiedad por su Dueño, debe dejar de ser agradecido. la razón es sencilla. sin el Amo el esclavo no es nada. es una experiencia común entre los esclavos que llevan collar, y entre algunos que aún no lo llevan pero buscan llevarlos: la certeza de que sin sus Amo, su vida va sin rumbo, a la deriva, sin dirección. por eso cuando el Amo los encuentra, los valora y los considera lo suficientemente valiosos como para tomarlos como posesión y adiestrarlos para su disfrute personal; el esclavo siente que ha llegado a casa. entonces comienza a someter todo lo que se había construido a su alrededor para sobrevivir al Amo. la autonomía, la palabra, las decisiones... todo paulatinamente se va abandonando, dejando, y poniendo a los pies del Amo para que sea El quien hable, quien decida, quien ordene. sólo cuando esto llega a término, el esclavo se siente realmente libre, auténticamente libre, profundamente libre. es la libertad que sólo la auténtica esclavitud puede producir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario