como muchos lectores sabrán, el perro es amante de contrastes y esta imagen encierra muchos: el blanco y el negro, la finura del salón y lo "underground" del cuero; la enorme puerta para entrar o salir de pie y el esclavo encuerado que va de rodillas. esta entrada está programada porque este fin de semana estaré en presencia de mi Dueño, sirviéndole, y posiblemente... no, seguro, no tendré acceso a internet. cuando lean esto posiblemente esté atado y amordazado a sus pies, o tal vez esté entrando en una puerta como esa a cuatro patas, como ese esclavo.
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