cualquier lector no bdsmero, y algunos bdsmeros también, pueden preguntarse leyendo el blog, cómo puede alguien desear vivir así. el perro no podría explicárselo, no porque sea algo incomprensible, ni porque dude de su capacidad de comprensión, sino sencillamente porque es extraño y muy difícil intentar explicar la "libertad" que produce la vivencia de la esclavitud la entrega y el sometimiento a alguien. más difícil aún es la sensación de pertenecer a esa misma persona, de ser de su propiedad, de que El sea tu Dueño. posiblemente quien no haya recorrido ese camino no sepa de lo que el perro está hablando, pero supongo que este blog no es tanto, que si, para ellos, cuanto para todos los que sí quieren recorrer esta senda y se sienten llamados a hacerlo. para todos esos esta imagen de un esclavo real, sometido realmente, en una calle real. lo que anhelamos no es imposible.
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