siempre ha pensado el perro que tiene algo de especial la imagen de un esclavo arrodillado a los pies de su Amo produciéndole placer. tal vez sea porque esta escena condensa todo el bdsm y el sentido de una relación de Dominación/sumisión. el hecho de arrodillarse implica que uno vive para el otro, está sometido a El y vive para obedecer sus órdenes. el placer del esclavo es contemplar el placer de su Amo. en este caso es un placer sexual, pero también existe el placer de la obediencia y, sobre todo, el placer de la posesión: el disfrute interior de saberse poseedor de un esclavo, de una propiedad. eso se percibe en la expresión de los Amos cuando son obedecidos, cuando dicen y nosotros hacemos, cuando mandan y nosotros realizamos, sin protestar, sin rechistar, sencillamente obedeciendo.
2 comentarios:
muy bien expresado. no siempre se puede estar de rodillas ante el Amo pero siempre se puede estar a Su servicio. amemos la disciplina porque nos lleva a la obediencia.
si, no hay placer tan infinito como ver a su amo complacido en lo q el quiera
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