martes, 25 de diciembre de 2012

cartas desde la mazmorra 69


en alguna parte del blog este perro ha relatado una anécdota muy interesante que un Amo le contó una vez. estaba con su esclavo y un amigo tomando café y le estaban comunicando a este amigo el tipo de relación que mantenían. él no se lo creyó y como muestra el Amo ordenó al esclavo que no volviera a hablar hasta nueva orden. por supuesto el esclavo no volvió a abrir la boca, a pesar de los muchos intentos del amigo, y eso sirvió para convencerle de que aquello que le contaban era real.
la expresión "por la boca muere el pez" nunca ha sido tan real como cuando se aplica a una relación D/s. el esclavo siempre suele meter la pata cuando habla. por eso una de las facetas más importantes del entrenamiento de un esclavo es el silencio. a esto se le puede llamar educar la voz, o educar el silencio, pero prefiero la expresión educar la palabra, por cuanto no incluye sólo si hablas o no, sino qué dices y cómo lo dices.
como premisa básica un esclavo debe permanecer en silencio y no hablar hasta que se le pregunte algo o se le de permiso para hablar. en un contexto público, con gente que sabe que es esclavo y que tiene Dueño, al ser preguntado debe mirar a su Amo si Este no le ha dado permiso para hablar anteriormente, suplicando permiso para contestar. en caso de no poder buscar ese consentimiento, no podrá hablar con nadie. delante de su Amo sólo debería decir, "si, Amo", "si Dueño"; o "sí, Señor", según el Amo le haya enseñado. en algunas relaciones esta norma se lleva tan a rajatabla que el único medio que tiene el esclavo de "hablar" y "decir" las cosas es con el diario que lleva al final de cada día y que sirve al Amo para conocerlo más profundamente. aún así sería conveniente buscar un espacio donde el Amo preguntara al esclavo sobre determinadas cosas que han pasado, sentimientos del esclavo, etc. esa información resulta vital para el posterior entrenamiento del perro.
conseguir esta combinación de silencio y sinceridad es vital para el entrenamiento de un esclavo. en alguna parte de este blog se ha dicho que no es sólo el cuerpo, y lo que el esclavo hace con él, lo que es propiedad del Amo, también lo son los pensamientos, los sentimientos y las emociones del perro. por eso Él debe conocerlo y adiestrarlo como El decida.
el Amo es un ser superior, está por encima del esclavo. en algunos es un derecho natural porque han nacido así y saben que ese era su destino, el dominar a otros, desde siempre. en otros casos es un derecho adquirido por la práctica, el esfuerzo y la adquisición de las habilidades necesarias. en cualquier caso la palabra de un Dominante siempre es más valiosa que la palabra de un esclavo, de un sumiso. por eso lo mejor que puede hacer un esclavo es callar ante su Amo y ante los otros. en muchas tradiciones éticas y religiosas se ha valorado el silencio como una forma prudente y equilibrada de vivir. el esclavo debe estar centrado en lo único importante, su Amo, todo lo demás, especialmente las palabras vacías, sobra. ni cotilleos, ni comentarios vanos, ni opiniones huecas que puedan llevar a discusiones o distanciamientos inútiles. el silencio es un gran valor en un esclavo, cuando es respeto y obediencia; y un obstáculo cuando es barrera que impide al Amo llegar al interior. 
feliz semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es cierto, lo normal es que el esclavo como inferior no aporte nada con lo que pueda decir cuando no se le pregunta, por ello debe permanecer habitualmente en silencio. sus deseos, oponiones, o ideas no tienen porque interesar al Amo, lo único importante para el Amo es que Su esclavo obedezca, es para lo que está.