por la mañana el Amo mandó que el perro se pusiera el cockring y estuviera todo el día con él puesto. tal vez fuera por eso que el perro empezó a supurar pronto. cuando el día pasó, el Amo ordenó al perro ordeñarse cuando terminase un proyecto que tenía entre manos. así lo hizo el perro y se ordeñó una vez finalizado, a cuatro patas, con la mordaza de madrid y las pinzas en los pezones. fue un auténtico ordeño porque la leche salió a borbotones. hacerlo a cuatro patas, como un perro, ya no le resulta extraño a este perro. está a punto de que no le sepa hacerlo de otra forma.
soy un perro, un esclavo. puede que a otros les parezca otra cosa aparentemente, pero en realidad eso es lo que soy, en lo más profundo de mi ser es lo que soy.obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo
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