sábado, 10 de noviembre de 2012

minirelato CXLIV


el sonido de la puerta al cerrarse se apagó. el sótano estaba oscuro y solo tenía dos pequeñas ventanas cerca del techo. era relativamente espacioso pero sólo tenía una jaula en una esquina y un retrete en otra. respiró profundamente. sopesó las cadenas en pies en manos y se resignó a que aquel sería su hogar durante mucho tiempo.

1 comentario:

Dom K dijo...

¿ sueñas con tu posible paraído?