sábado, 10 de noviembre de 2012

1030 dias de esclavitud, 6 de castidad


por la mañana la tentación ha vuelto, nuevamente los deseos de masturbarme. el proceso es siempre el mismo, cuando el perro está relajado y la no vida no cubre su tiempo, añora a su Amo y desea estar con El y servirle. cuando esto no se puede producir por la distancia, entonces el ego hace acto de presencia y empieza a introducir ideas en la mente del perro. por eso el perro piensa que un esclavo debe tener una vida perfectamente programada, organizada y controlada por el Amo. si cada instante de la vida del perro está establecida por el Amo, el perro puede parecer libre pero no lo es. es como el hecho de orinar sentado, una genialidad del Amo. un hecho ordinario se vuelve una muestra de obediencia y sumisión humillante que recuerda al esclavo de una manera permanente a quien pertenece.
la cuestión que algunos Amos no llegan a comprender es que los esclavos queremos, necesitamos eso: orden, organización, disciplina. sin ella estamos perdido y, cuanto más sumiso un esclavo, más orden y control necesita y añora.
dentro de esta organización y control hoy el perro se ha afeitado los genitales y se ha rapado la cabeza. tras hacerlo ha enviado fotos al Amo y éste le ha contestado diciendo que así debe estar todo perro, y que no soy nada más que una propiedad a su servicio, y así es.
por la mañana pasó otra cosa que dio sentido a la vida de este perro. el Dueño tuvo problemas con su ordenador y llamó a su perro para solucionarlo y así lo hizo su esclavo. ¿la consecuencia? que el Amo estaba orgulloso de su perro, una caricia de daddy a su boy, una felicidad enorme. cada vez que sirve a su Dueño, la vida del perro como esclavo adquiere sentido y por eso este perro es feliz.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los Amos que opinan como el tuyo que los sumisos debemos estar rapados y afeitados nos dan la oportunidad de dejar entrever nuestra condición en público, de expresar de alguna manera nuestra humillación y orgullo permanentes de reconocer lo que somos y saber debemos estar al servicio de nuestros Superiores. para quien sepa algo de esto, alguien rapado, afeitado y con un collar de perro va a ser muy probablemente un perro.