nadie sabía dónde había ido ¿a quién iba a contar que le gustaba que le ataran? ¿que le gustaba el cuero y lamer botas? cuando lo conoció por internet le inspiró confianza. cuando quedaron le impresionó su seguridad y su poder. ahora, encadenado a una pared, en un sótano sin ventanas y tras una gruesa puerta insonorizada, pensó que tendría que haberle dicho a alguien donde iba.
1 comentario:
Joder cabrón... Qué bien lo has bordado!!!!
Dónde fuiste tú aquella vez tuya que pudiste pensar ésto?
Publicar un comentario