hay muchas formas de expresar posesión, dominio, control, pero sin duda una de las más directas es ponerle los pies, preferiblemente con botas, encima del poseído, del dominado, del controlado. desde el principio de la historia parece que ésta ha sido una expresión clarísima de quién está arriba y de quien está abajo, de quien ha ganado y de quién ha perdido. la paradoja del bdsm es que ninguno de los dos pierden con la relación, que sea asimétrica no significa que sea degradante o infeliz para uno de los miembros, más bien al contrario. el Amo y el esclavo se buscan y caminan juntos, uno sometiéndose y el otro controlando, y en ese caminar simbiótico, ambos se realizan y se desarrollan como seres íntegros y felices. a muchos esto les parecerá extraño, pero es así. la corriente mayoritaria quieren que pensemos otra cosa, porque a ellos les interesa que así sea. el perro que escribe este blog lo tiene claro, sólo bajo la bota de su Amo podrá ser feliz y desarrollarse plenamente.
1 comentario:
te admiro por tenerlo tan claro, otros seguimos peleandonos con nuestras pulsiones.saludos,
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