sábado, 8 de septiembre de 2012

minirelato CXXXV

su turno de trabajo había terminado. dos detenciones por robo no eran un mal resultado para una noche de trabajo. en el vestuario de la comisaría, mientras se vestía, pensaba en los dos días libres que tenía por delante. entonces se dio cuenta de que el nuevo lo miraba, no a él realmente, sino a las brillantes botas vaqueras que se acababa de poner. levantó la cabeza pero el joven, a medio vestir, ni se dio cuenta, tan concentrado estaba en las botas. cuando sus miradas se cruzaron él le sonrió, el otro pasó su lengua por sus labios. supo que iban a ser dos días muy intenso y que debía llevarse las esposas a casa.

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