parece que el bdsm debe vivirse siempre en oscuridad, en sótanos, en mazmorra. por eso choca cuando vemos alguien completamente de cuero en un entorno como este, un jardín, de alguna casa, sentado en una especie de terraza. metafóricamente esta imagen es como expresar la vivencia del bdsm a plena luz, a la vista de todos. la mazmorra tiene una puerta y, a duras penas, una ventana, y eso implica que lo que allí pasa ocurre en la intimidad. sin embargo lo que se hace en el exterior, puede ser público, visto por todos, mostrado a los demás. en muchas ocasiones se dice que los esclavos, y los Amos, gays, tenemos dos salidas del armario, una cuando decimos que somos homosexuales, y otra cuando decimos que nos gustan el cuero, las botas y la sumisión. no siempre es fácil, no siempre se puede hacer, y de hecho no siempre es recomendable. hay veces donde una declaración de este tipo puede tener consecuencias muy fuertes, muy duras, que no todos podemos soportar: pérdida de trabajo, pérdida de seguridad física, incluso la posibilidad no sólo de ser agredidos sino algo peor. por eso cada uno debe sopesar sus fuerzas, ver sus circunstancias y actuar inteligentemente. desde luego si es posible siempre deberíamos poder andar a la luz y demostrar de algún tipo nuestra sumisión y obediencia a nuestros Amos, pero eso no significa que debamos ir por ahí añadiendo "esclavo" o "Amo" a nuestra tarjeta de visitas. nosotros sabemos lo que somos. nuestros Amos saben lo que somos. para este perro, que muchos a su alrededor saben también lo que es, eso es lo único importante.
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