latex, cuero, botas... llega un momento en que poco importa lo que lleves, mientras muestre lo que eres. es cierto que en un primer momento es importante, porque llama la atención, y porque tienes que parecer aquello que deseas atraer. ningún lederón se fijará en tí si llevas siempre mocasines y panalones de tela, pero cuando se comienza una relación D/s el material se vuelve accesorio. no quiere decir que deba desaparecer, de hecho nunca lo hace, pero sí que pierde importancia frente al interior. ¿cuántas veces hemos visto un tio increíble de arriba abajo de cuero, con una actitud de seguridad y autoridad, y de pronto cuando lo conocemos, descubrimos que es un pusilánime que teme ejercer esa autoridad que aparentaba? y lo contrario también. gente que parecía poca cosa pero que una mirada, un gesto, una palabra, hace que tengas ganas de arrodillarte a sus pies y someterte a su voluntad. la apariencia ayuda, pero no lo es todo, sólo es una parte. por eso es importante trabajar el interior junto con el exterior, el los músculos y la mente, el gimnasio y el estudio. si sólo trabajamos una cosa, la otra se caerá por su propio peso.
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