en el bdsm corremos el riesgo de comlicarnos demasiado, especialmente si tienes una vena fetichista, porque siempre quieres más: más cuero, más latex, más botas.... más, más, más... sin embargo a menudo lo menos es más: menos libertad es más felicidad, menos movimientos es más tranquilidad, menos decisiones es más paz. para que algo sea hermoso y útil no tiene por qué ser complicado, a pesar de que las ataduras de la imagen lo parezcan. para dominar a un esclavo a veces basta sencillame con una cuerda, bien atada, eso sí, pero una cuerda al fin y al cabo. el resto lo pone el esclavo: la postura, las manos cruzadas a la espalda, la cabeza gacha. la cuestión es que ambas cosas unidas producen un conjunto hermoso, bello por su simplicidad, pero con un sentido y un significado muy profundo.
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