un amante del bdsm convive cono su oscuridad, la reconoce, la vive, se deleita en ella, la utiliza como fuerza. por esa oscuridad es que nos atrae tanto las mazmorras, los sótanos, las celdas, vivir en la penumbra del calabozo. si además esa oscuridad es reforzada con capuchas, vendas, mordazas, arneses, cualquier cosa que prive de luz, entonces profundizamos más en nuestro interior y nos volvemos más oscuros, como oscuro es el cuero y el latex que nos envuelve. tal vez por eso este perro es tan reticente ante ropas de estos materiales pero de color, no se corresponden con esa oscuridad interior.
1 comentario:
oscuridad se une a esas otras palabras, sin duda más importantes, que empleas constantemente como obediencia, disciplina, sumisión, humillación. también con otra favorita tuya, encierro. estas dos palabras, oscuridad y encierro, simbolizan la marginalidad extrema de una vida completa en sumisión en la que sólo existirá el Amo que nos haya guiado hacia ella.
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