jueves, 26 de abril de 2012

831 días de esclavitud, 4 de castidad


por fin un día de respiro y por fin puede este perro dedicarse a las tareas propias de su condición de esclavo. por la tarde este perro se puso el cockring y, automáticamente, me sentí humillado, recordé el lugar que ocupo en el mundo: lo más bajo. por supuesto nadie a mi alrededor se dio cuenta, pero mi Amo, a muchos kilómetros de distancia, lo supo y lo sintió cuando se lo comuniqué.
el resto de la tarde la pasé en clase con la presión dle cockring. en algunos momentos incluso me pinzó la polla y me produjo dolor, dolor que ofrecía a mi Dueño. después de algunos días apartado de mi vida por mi no-vida volví al camino de la sumisión de forma más plena. aún no puedo llevar cuero siempre, pero si llevo siempre las botas. ya no calzo nada más porque mi Amo no quiere que lo haga.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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