de nuevo una segunda parte, de nuevo una imagen de hoy complementa la de ayer. distinto esclavo, distinto Amo, distinto escenario, pero misma situación, misma postura, misma intención. un esclavo recubierto, apenas vislumbramos su piel, que es humano ¿aún lo es? es discutible. de lo que no hay duda es de su sumisión, de su entrega y ofrecimiento, de que se arrodilla ante su Amo y se ofrece a El, y que éste lo tiene controlado con una cadena, como perro que es. mi corazón de perro se agita ante esta imagen, deseando ser ese esclavo, deseando estar en su lugar, deseando perderse en la sumisión. demasiado tiempo lejos de mi Dueño, demasiado tiempo lejos de mi Amo, demasiado tiempo sin lamer sus pies.
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