un nuevo día de 10 horas de trabajo seguidas donde la no-vida se ha impuesto sobre la vida de una forma brutal, abrumadora, determinante. al no poder ir a la universidad por la tarde, ni siquiera he podido llevar el cockring, que me recuerda que soy un perro, un esclavo y que debo estar bajo la bota de mi Dueño. ha sido duro porque algunos compañeros de trabajo han intentado aprovecharse, salirse con la suya, y este perro tiene orden de su Amo de no dejarse pisar más que por El mismo y por aquel o aquellos a quienes El de permiso. desde esta perspectiva he tenido que enfrentar y afrontar situaciones incómodas, pero la obediencia es la obediencia.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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