820 días de esclavitud, 11 de castidad

estando encerrado en casa también se pueden vivir experiencias bdsm. hoy le han ocurrido dos a este perro. la primera es que ha vuelto a supurar, y de qué forma. once días de castidad han bastado para empezar a echar ese líquido pastoso cuando voy al baño que indica que ya está entrando en la etapa de "sobrecarga" y que en otro momento significaría masturbarse. aún así no está este perro especialmente caliente ni necesitado de un desahogo. este esclavo ofrece este hecho a su Amo, lo pone a los pies, bajo las botas de su Señor, convirtiéndose en prenda de su sumisión.

irónicamente paralelo a esto, este perro recibió hoy una llamada de un antiguo conocido, un amante del cuero y de las botas, de los pocos que hay en canarias, y con el que había tenido sesiones de vez en cuando. quería quedar conmigo y pasar un buen rato. este perro sabe, porque su Amo se lo ha dicho, que tiene posibilidad de tener sesiones con otros esclavos siempre que no me someta a ellos, simples desahogos, para pasar el rato, sentir de vez en cuadno el tacto del cuero y el placer de atar a otro sumiso. la excepción absoluta es que no puedo someterme a nadie, ni obedecerle sino que en la sesión es este perro quien debe llevar la voz cantante, un perro adiestrando a otro perro. la verdad es que no ha habido muchas oportunidades para realizar esta posibilidad. en primer lugar porque no hay mucha gente en las palmas a las que le guste el cuero y las botas, combinado con el bondage, con lo cual las opciones son francamente reducidas, y por otro porque las sesiones en sí, ya no satisfacen a este perro. es la relación de sumisión profunda la única que logra que este esclavo sienta la plenitud.

el hecho es que este tio me suplicó que le pidiera permiso a mi Dueño, y que me llamaría en media hora para ver lo que me había dicho. así lo hice y hablé con mi Amo. me lo concedió, "siempre que sea para tu bien", me dijo. Uff, nunca dejo de asombrarme con mi Dueño. incluso en esto quiere que esté bien. está tan seguro de que me tiene sujeto por el collar y la correa que se puede permitir estas expresiones. en cuanto lo oigo el respeto, la sumisión y la obediencia hacia mi Amo aumenta. me siento más suyo, más su propiedad, más dispuesto a obedecerle en todo. no busca más que el bien de este perro, y el bien de este perro es someterme a mi Dueño en todo.

una vez con el permiso espero una llamada...... que no llega. no sé si después de colgar se masturbó y se le quitaron las ganas, si la bolsa cayó y sus acciones se fueron por el desagüe o si se colapsó el edificio en el que vive y perdió la linea telefónica. el hecho es que me dejó esperando, tampoco mucho rato la verdad, porque no es la primera vez que lo hace, pero sí la última. entre nosotros existe un código. de un practicante del bdsm espero mucho más que un comportamiento llevado por el ansia, los deseos y la calentura momentánea. este perro está harto del si, pero no, ya veremos.... no me apetecía mucho quedar hoy, pero aún así hice el esfuerzo de suplicar permiso a mi Dueño, para que luego inclumpla su palabra. en otras ocasiones me ha dicho que quiere tener un Amo, que se siente muy esclavo, pero creo que nunca lo conseguirá. tienen un ego demasiado grande, demasiado abultado. es su ego quien guía su comportamiento y así nunca podrá ser realmente un esclavo.

alguien que no cumple su palabra, no tiene palabra.soy un ser comprensivo pero no es la primera vez que ocurre, eso sí, será la última.

obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo