una vez hecho prisionero ¿cómo no escapar? por dos medios, físicos y psicológicos. los medios físicos consisten en estar sujetos por cuerdas, correas, cadenas, esposas.... cuando más restrictivos, mejor. esto crea un estrés en el cuerpo, acostumbrado como está a manejarse libremente. el truco consiste en conseguir que el cuerpo interiorice esas ataduras, que se conviertan en parte de él, de forma que ya no pueda vivir sin ellas. el cuerpo tiene memoria, lo único que hay que hacer es evitar que se olvide de que ya no puede hacer lo que quiera. para adquirir esta memoria, o mejor, para que el cuerpo acabe recordando cómo debe estar, se deben pasar por varias fases, una de ellas es el deseo irrefrenable, por parte del esclavo, de liberarse. algunos esta situación les crea tanto estrés que no lo soportan. todos los esclavos debemos pasar por esta etapa, porque es necesario que el cuerpo aprenda una lección: no hay escapatoria. la sensación de indefensión que sigue a continuación es necesaria porque lleva a la rendición, del interior y del exterior. entonces es cuando el cuerpo comienza el camino del recuerdo.
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